Los vecinos de València siguen demandando una ayuda que llega con cuentagotas: “No viene nadie”
Tres días ha tardado Joanra en ver a la Unidad Militar de Emergencias y a los bomberos trabajar en las calles de Algamesí, uno de los municipios de València que más se ha visto afectado por la DANA. Su voz, marcada por el cansancio y el dolor, refleja el esfuerzo y la esperanza por devolver la normalidad a su vida y a la de sus vecinos. Confiesa que desde el martes pasado vive en “piloto automático”: se levanta, se viste, limpia el lodo, hace una pausa al mediodía y continúa trabajando hasta que la luz se lo permite.
Desde que la DANA golpeó la región hasta la llegada del Ejército el domingo, Joanra y sus vecinos de Algemesí han tenido que lidiar con grandes cantidades de basura y escombros que se han acumulado en sus calles. “La ayuda ha venido principalmente de voluntarios“, recalca a Público. Sin su apoyo, asegura, no habrían contado con alimentos, botas, guantes y herramientas. Este lunes, después de días de abandono, empieza a ver las calles más despejadas.
Alfafar, Massanassa, Chiva, Catarroja y Albal también han padecido las secuelas de la catástrofe en València y se han enfrentado a mayores obstáculos para recibir ayuda debido a que los accesos a estas localidades estaban bloqueados. Javier, vecino de Torrent (València), comenta a Público que muchas viviendas aún siguen sin luz ni agua. “Cuando esto empiece a normalizarse, no habrá suficiente mano de obra para atender a todos“, advierte. “La recuperación será muy lenta; nos va a llevar mucho tiempo regresar a la normalidad“, lamenta.
Josep Almenar, alcalde de Picanya (València), otro de los municipios más afectados por la DANA, explicó el sábado a este diario que, “desde que el agua empezó a bajar un poco”, ha estado coordinando junto a su equipo las tareas de limpieza y rehabilitación de las calles. “Si no actuamos nosotros, nadie lo hará. Estamos intentando retirar el barro, drenar el agua de los sótanos y organizar a la increíble cantidad de voluntarios que llegan cada día”, contó.
El caos en Paiporta: la comunidad se une para sobrevivir
Javier se ofreció como voluntario en Paiporta (València), zona cero del desastre. Fue testigo de garajes inservibles, coches destrozados y negocios devastados. “Es el lugar más afectado, no queda nada: ni supermercados, ni farmacias, absolutamente nada”, cuenta.
María (nombre ficticio), una de las vecinas de Paiporta, afirma que “todo lo pintan como si viniera ayuda, pero no llega nadie”
A pesar de ser uno de los municipios más accesibles, María (nombre ficticio), una de las vecinas de Paiporta, afirma que “todo lo pintan como si si viniera ayuda, pero no llega nadie, somos los propios vecinos los que nos estamos salvando“. Además, insiste en que los voluntarios necesitan permisos de las autoridades para acceder, ya que, de lo contrario, “es imposible”.
Javier relata que en los primeros días después del paso de la DANA no vio ni rastro de autoridades o equipos de emergencia; los voluntarios comenzaron a llegar el viernes, y el verdadero cambio se notó a partir del sábado. “El viernes la prioridad era usar las alcantarillas para drenar el agua, pero yo sabía que no podíamos echar el fango allí porque se endurecería y provocaría un bloqueo, aunque muchos no lo sabían. No fue hasta que llegaron los bomberos el sábado cuando se pudo gestionar la situación de manera adecuada”, explica, subrayando la importancia de contar con una logística y una coordinación efectivas en un momento tan crítico.
“El primer día había coches apilados frente a las casas bloqueando la salida de los vecinos. Luego estaban las zonas más afectadas, con montañas de basura y fango. Falta coordinación; la gente tiene buena voluntad, pero no sabe a quién ayudar, y eso dificulta y ralentiza el trabajo”, señala.
València pide más maquinaria
El Estado, las comunidades autónomas, las diputaciones provinciales y los municipios continúan enviando asistencia a las áreas de València afectadas por las inundaciones. Esta ayuda incluye personal de emergencia y seguridad, bomberos y policías, así como maquinaria, alimentos, material de limpieza y recursos económicos. Actualmente, cerca de 17.000 efectivos, que incluyen militares, guardias civiles y policías nacionales, han sido desplegados en las áreas afectadas por la DANA en la provincia de València.
Sin embargo, Javier informa que “en la calle se necesita maquinaria industrial, tractores y excavadoras”. Además, insiste en que cuando las calles estén nuevamente en condiciones, hará falta dinero para reconstruir casas, supermercados y para que la gente pueda adquirir un coche. “Esa es otra cuestión: no habrá suficientes coches para todas las personas que han perdido el suyo, así que tendrán que buscar alternativas, como habilitar autobuses…”, dice.
Maribel Albalat, alcaldesa de Paiporta, ya anunció el sábado pasado en declaraciones a este diario, la falta de “maquinaria pesada y recursos humanos para la limpieza de las calles”. “Necesitamos gente del Ejército“, manifestó. La regidora mostró su agradecimiento por la movilización de los vecinos y envió un mensaje a los medios: “Esto va a ser un proceso largo, así que, por favor, no os olvidéis de Paiporta cuando deje de ser noticia en una semana“.