Evo Morales finaliza su huelga de hambre tras conocer que sus seguidores van a negociar con el Gobierno
El expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019) ha puesto fin a su huelga de hambre tras el anuncio de sus seguidores sobre el inicio de un diálogo con el Gobierno de Luis Arce, previsto para este viernes. La mesa de negociación tiene como objetivo resolver el conflicto que, hasta ahora, ha provocado un bloqueo de carreteras que se ha prolongado por 24 días.
El exmandatario y líder del gobernante Movimiento al Socialismo finalizó su huelga de hambre tras seis días. La protesta buscaba presionar al presidente Arce para que iniciara un diálogo enfocado en la liberación de cerca de 100 seguidores leales a Morales detenidos durante los bloqueos de carreteras recientes.
Morales también exige el fin del proceso judicial en su contra por cargos de trata de personas y estupro, así como la habilitación de su candidatura presidencial para las elecciones de 2025. Esta demanda desafía la prohibición constitucional que impide la reelección indefinida en Bolivia.
“Evistas” amenazan con retomar bloqueos
El dirigente cocalero Dieter Mendoza informó mediante un comunicado sobre las resoluciones adoptadas por el Pacto de Unidad “evista” después de un acercamiento con el Gobierno. Entre los anuncios, destacó que el próximo 10 de noviembre los seguidores de Morales celebrarán una reunión de emergencia para evaluar los progresos del diálogo con los representantes del presidente Arce.
Mendoza agregó que el grupo exige la liberación “inmediata” de los detenidos en los operativos de desbloqueo, advirtiendo que, de no cumplirse esta demanda, retomarán los bloqueos de carreteras. La relación entre Morales y el presidente Arce se ha tensado desde finales de 2021 debido a desacuerdos sobre la dirección del gobernante MAS y la lucha por el control del Ejecutivo boliviano.
Evo Morales califica a Arce como “el peor presidente de la historia de Bolivia”
La disputa entre los políticos ha generado una profunda división dentro del oficialismo, fragmentando al MAS en dos facciones: los “evistas”, leales a Morales, y los “arcistas”, que respaldan al presidente. Morales ha calificado a Arce como “el peor presidente de la historia de Bolivia“, mientras que el mandatario lo acusa de intentar “desestabilizar su gobierno” e incluso de buscar “acortar su mandato”.
Este viernes, Arce presentará el informe de su cuarto año de gobierno en un contexto marcado por una profunda crisis política y económica. Su administración enfrenta una escasez de combustible, falta de dólares, aumentos en los precios de productos básicos y una intensa pugna interna dentro del oficialismo.
Morales permanece “atrincherado” en el Trópico de Cochabamba, su principal bastión político y sindical, ante la posible emisión de una orden de captura. El Ministerio Público lo investiga por la presunta “violación” de una menor de edad durante su mandato presidencial, con quien, según las acusaciones, habría tenido una hija.