Cómo limpiar la estufa o chimenea de manera segura
Las estufas y chimeneas deben estar limpias para resultar seguras y mantener su durabilidad. Porque, si están obstruidas, pueden ser un auténtico peligro al estar bloqueada la salida de humos, así que todo indica que es necesario tenerlas a punto para afrontar el invierno.
No siempre es sencillo saber cómo llevar a cabo esta limpieza, así que te contamos cómo limpiar la estufa o chimenea de manera segura, y todo lo que necesitas saber sobre ello. ¡Pongámonos manos a la obra!
Útiles de limpieza
Para limpiar las chimeneas y estufas necesitas algunos trapos de limpieza, que sean absorbentes y suaves; una mascarilla y guantes de goma para no tocar directamente las cenizas y restos con las manos; un cepillo deshollinador con las cerdas metálicas para quitar el hollín del tubo extractor; un cepillo con cerdas duras para el techo y las paredes de la chimenea; y bolsas de basura para arrojar en ellas los desperdicios.
Además de ello, tendrás que utilizar algunos plásticos para poner a su alrededor en el suelo, para evitar ensuciarlo mientras estés manos a la obra con la tarea. También te servirán hojas de papel de periódico.
Limpiar cenizas y hollín
Asegúrate, antes de comenzar, de que la chimenea o la estufa de leña está apagada y completamente fría. A continuación, una vez que empieces con el trabajo, es retirar los restos de leña a medio quemar y todas las cenizas. Utiliza un cepillo y un recogedor metálicos. A continuación, deberás ocuparte del techo y las paredes.
No olvides limpiar el tubo extractor con el cepillo deshollinador. Cuando lo raspes, en sentido ascendente y descendente, verás que saldrá gran cantidad de hollín acumulado. De nuevo utiliza el recogedor para retirar todo lo que se haya desprendido. Realiza estar tarea al poco que acumules hollín, y no esperes al final o correrás más riesgo de esparcirlo y ensuciar todo alrededor. Recuerda que también es posible usar un aspirador especial para cenizas, que puede comprarse a partir de unos 25€. Si pones la chimenea con frecuencia a lo largo de todo el año y debes limpiarla a menudo, la inversión merece la pena.
Limpiar chimeneas y estufas de pellets
En el caso concreto de las chimeneas y estufas de pellets, deberás desconectarlas de la corriente antes de comenzar a limpiar, además de comprobar que estén frías. Después, vacía la ceniza del cajón y usa un cepillo de cerdas suaves para la limpieza del quemador y la tolva. Por último, pasa la aspiradora por el conducto de humos y el sistema de ventilación. No olvides usar guantes y mascarilla.
En la estufa de pellets se recomienda aspirar el área de cenicero todos los días, y limpiar el resto de la cámara de combustión una vez a la semana. La limpieza en profundidad debe efectuarse dos veces al año. Asimismo, ten en cuenta que es posible usar los denominados pellets y leños deshollinadores, según el tipo de estufa o de chimenea que tengas en casa. Los puedes adquirir en tiendas especializadas y grandes superficies. Su acción es simple. Al arder, emanan sustancias químicas que contribuyen a efectuar una limpieza más profunda al limpiar las paredes de la chimenea y del tubo de humos. Los encontrarás a partir de 5€.
Limpiar cristal de la chimenea
Si tu chimenea tiene cristal, también deberás limpiarlo. Tienes la opción de usar una solución casera de vinagre y agua caliente a partes iguales, tan efectivo en tantos otros casos, o bien comprar un producto específico para ello. Usa una esponja suave o un paño de microfibra, enjuaga y seca. Si optas por la utilización de productos que has comprado, sigue estrictamente las indicaciones del envase para no correr riesgos. Y asegúrate de que el cristal está seco por completo antes de volver a encender la estufa o chimenea.
Precauciones de seguridad
Siempre debes usar la chimenea y la estufa con combustibles apropiados para no correr riesgos. La leña siempre ha de estar seca, o en caso contrario provocará gran cantidad de humo y generará más residuos. Asimismo, las chimeneas y las estufas han de estar siempre encendidas con supervisión, como precaución por si sucede algo con el fuego o salta alguna chispa. De hecho, se recomienda apagarlas siempre que se salga de casa y no haya nadie controlando su funcionamiento cuando están ardiendo los pellets o la leña. Saltarse esta norma puede provocar un incendio en casa.
Por último, recuerda ventilar con frecuencia la estancia en la que se encuentra la chimenea y comprobar que dispone de una correcta evacuación de humos. Jamás obstruyas la salida de estos para evitar riesgos de intoxicación. Y si hace mucho que no limpias tu chimenea, recurre a un profesional para que pueda efectuar una limpieza a fondo y dejarla como nueva.