Jornal Internacional Espanhol

Ebro inicia la actividad en la antigua Nissan de la Zona Franca con más de 300 trabajadores pendientes de recolocación



La antigua planta de Nissan Barcelona, reactivada por la histórica compañía Ebro, inició la fabricación en serie de coches el pasado 20 de noviembre, con una pausa de casi tres años tras la marcha de la multinacional japonesa de la fábrica de la Zona Franca. La actividad ha empezado con una producción diaria de 43 coches con dos turnos de trabajo. A partir del año 2025, la compañía prevé, en función de la demanda, fabricar más de unas ochenta unidades diarias.

Con este ritmo, en 2024 acabará con unos 800 coches producidos, casi la mitad de los prometidos en abril, cuando se firmó el acuerdo por la reindustrialización de las instalaciones. En una primera fase, los modelos S700 y S800 se comercializarán en los concesionarios del Estado español y Andorra. A pesar de las cifras y el inicio de la actividad, los representantes de los trabajadores lamentan que todavía resta un colectivo de más de 300 personas que se encuentran con contrato de formación, esperando su recolocación.

Actualmente, en la planta de Ebro hay ocupadas unas 730 personas, de las cuales 200 estarán ligadas a la producción de los coches, donde además de los trabajadores de línea también se incluye el personal de calidad y logística, entre 200 y 300 se quedarán en formación, otros 100 operarios trabajan para adaptar las líneas de la antigua Nissan a Ebro para cuando se hagan tareas de soldadura y se pinten los vehículos y alrededor de 100 están en oficinas o en áreas de ingeniería.

Fuentes sindicales de Ebro han indicado a Público que “ahora que las producciones están inauguradas y trabajamos para crear stocks para los concesionarios y no estamos al máximo de actividad, es el momento de replantear cómo se articulan mecanismos para el retorno de toda la plantilla“. De hecho, el representante de los empleados indica que hay un colectivo de 350 personas haciendo cursos de formación, pendientes de volver a su lugar de trabajo cuando remonte la actividad. Además, se contabilizan 300 trabajadores más que no pudieron optar en los contratos de formación o por voluntad propia o por falta de plazas.

A la espera del formato CKD

La empresa augura que a finales de 2025, cuando ya estén al mercado los modelos S700, S800 y el S400, los tres de la gama  SUV (Sport Utility Vehículo), vehículos utilitarios, las ventas superen las 30.000 unidades. Por su parte, la plantilla cree que el salto adelante en la carga de actividad se producirá a partir de octubre de 2025, en el que arrancará la fabricación del modelo eléctrico Omoda. Este se hará con el formato CKD, más tradicional, en el cual en la Zona Franca se llevarán a cabo las tareas de soldadura, pintura, montaje interior del vehículo y la mecánica. Hasta aquel momento, los modelos S700, S800 y S400 se producirán con el sistema DKD, en el cual en Barcelona solo se ocuparían de la parte mecánica del coche.

Hace pocos días, Ebro anunció el precio de los vehículos y la red de distribución. El S700, un SUV compacto de cinco plazas, estará disponible desde 29.990 euros, mientras que el S800, diseñado para familias numerosas con capacidad para siete plazas, se ofrece a partir de los 36.990 euros. En relación con la distribución, la firma dispone de 12 puntos de venta en provincias clave como Barcelona, Madrid, València y Sevilla. Antes de que acabe este año 2024, la firma espera que la red consiga más de 30 concesionarios operativos, con el objetivo de superar los 50 puntos de venta en el primer trimestre de 2025, cubriendo de manera integral el territorio estatal.

El objetivo de los representantes de los trabajadores es conseguir que la producción, con el paso de los años, pase a ser completa en Barcelona, es decir, que en Catalunya también se modele la chapa de los vehículos. El propósito dependerá de los volúmenes de venta y de la voluntad de la compañía china Chery, el otro socio de la ecuación. En la firma del acuerdo, en abril pasado, EV Motores y Chery se pusieron como objetivo hacer 150.000 coches en el año en 2029 en Barcelona, aunque la factoría podría superar esta cifra y llegar a un máximo de 200.000.

La llegada de los chinos supuso una burbuja de oxígeno para los extrabajadores de Nissan, que llevaban desde finales de 2021 sin fabricar un solo vehículo en la planta barcelonesa, cuando salió el último coche de sus líneas de montaje. El pasado septiembre se produjo un paso atrás, puesto que los nuevos aranceles para la importación de vehículos chinos y las dificultades para sellar el nuevo contrato de alquiler entre Ebro, Chery y Goodman provocaban que los plazos iniciales no se cumplieran de nuevo. El inicio de la producción de la Omoda 5, el vehículo que fabricará Chery en la Zona Franca de Barcelona, se retrasó un año, hasta octubre de 2025.

Este volver a empezar es lo que permite tener esperanza a los trabajadores de Ebro, que ven como “una situación positiva entrar en un nuevo mercado con un volumen aceptable de vehículos y con un precio atractivo”. En función de la aceptación de los nuevos modelos y las ventas que se deriven se concretará la reincorporación de la plantilla que formaba parte de Nissan y que todavía no está ocupada a Ebro.





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